Al hablar de liderazgo, rápidamente se nos vienen a la
mente palabras como, inteligencia, fortaleza, determinación y visión, pero hoy día
la sociedad cuenta con una escala de valores distintos a los de la década de
los 90´s, entre ellos colaboración, participación, integración, conciencia
ecológica y responsabilidad social. En este sentido las organizaciones
inteligentes que “aprenden” (Peter Senge, 2006), les urge incluir otro set de cualidades entre
sus líderes, por ejemplo auto-conciencia, auto-regulación, motivación, empatía
y capacidad de socializar (Daniel Goleman, 2007).
Por ello, se ha venido definiendo dentro del espectro
del liderazgo dos polos y sus respectivos degrades. En un lado, se
encuentra el perfil del líder autocrático con un estilo de comando y control
estructurado para la dirección de la organización. Por el otro, está el líder
colaborativo, que busca participación, consenso, genera ideas en equipo y
siempre orientado a la responsabilidad social de la empresa. Dos perfiles, dos
estilos antagónicos de gerencia, pero ¿cuál de los perfiles será el mejor
líder? La respuesta es ninguno.
Cuando requiere de un líder, lo primero que debe
preguntar es: ¿Qué queremos lograr? Y lo segundo: ¿Cuál es el contexto de la
situación? Por ejemplo, si se quiere generar cambios de alto impacto en el
corto y mediano plazo donde el trauma de “post implementación” no sea una
prioridad, es probable que necesite a un líder autocrático con un nivel de dirección
y mando desarrollado. Por el contrario, si la organización necesita motivar,
desarrollar a sus colaboradores, generar crecimiento sostenible en el tiempo a
través de la innovación continua, una buena opción es contar con un líder
colaborador.
Recientemente en el World Business Forum realizado en
la ciudad de New York, se le preguntó a Jack Welch: ¿En una pregunta, que le
dirías a un candidato para descubrir si es un líder?... “no podría hacerlo en
una pregunta, pero si quisiera probar el nivel de compromiso y pasión que tiene
por lo que queremos lograr en la organización, el nivel de energía, puede
energizar a otros, puede tomar decisiones, decir sí y no cuando sea necesario…
pero mas importante quisiera saber si tiene el gen de la “generosidad”… yo
busco líderes que estén felices por promover a su gente, que les guste ver a su
equipo de colaboradores crecer y no escatimen en aumentos y bonos por
resultados, siempre evito tener en mi organización gente egoísta, que retenga a
la personas con potencial y los escondan, que den aumentos baratos y los
mantengan a sus espaldas para su propio beneficio y continuar llevándose los
créditos.”
Los líderes deben ganarse el respeto de sus seguidores
y en el transcurso de los últimos años se ha podido evidenciar que ganar este mérito
ya no es una relación directa al título y al rango, pero sí de la efectividad
de la ética profesional con la que el líder se conduce dentro y fuera de la
organización. Un líder efectivo por lo general invierte más tiempo en escuchar,
probar soluciones, explorar y facilitar discusiones que promuevan un punto de
encuentro en el desarrollo de soluciones.
En 1998 David McClelland experto en comportamiento
organizacional, presenta en su estudio realizado a una empresa global de
bebidas, que cuando el equipo de ejecutivos sénior de una unidad de negocio
cuenta con capacidades de inteligencia emocional bien desarrolladas, logran
superar a la competencia hasta en un 20% y aquellas con pobres capacidades de
inteligencia emocional no logran los objetivos propuestos en la misma medida.
La exposición que tienen las empresas y sus líderes
por medio de las redes sociales ha generado cambios profundos de lo que entendíamos
por liderazgo. Cualidades como la auto-conciencia, auto-regulación, motivación,
empatía y capacidad de socializar se han sumado al perfil del líder ideal, creando un espectro más
amplio para la selección de nuevos candidatos.
Empresas del mundo entero empiezan a relacionar con más
frecuencia sus historias de éxitos con las capacidades de liderazgo de sus colaboradores.
Por esta razón concientizar la importancia del desarrollo de habilidades de
inteligencia emocional en sus líderes actuales y los que quedan por venir, es
crítico para navegar las incertidumbres del mercado y alcanzar el liderazgo.